La Flor Triste
Un día, cierta abeja iba volando en busca de polen para la colmena. Todas sus compañeras se habían levantado temprano para trabajar pero a ella no le había sonado el despertador y se había quedado dormida. Así que todas las flores estaban ya ocupadas con abejas recogiendo el polen. Nuestra amiga no sabía en qué flor parar y vio de lejos una muy pequeña que tenía todos los pétalos envueltos hacia el centro y no podía verse. La abeja, que era muy lista, sabía que si era educada con la flor, ésta le permitiría entrar entre sus pétalos y recoger polen. — ¡Buenos días, Flor! ¿Podrías dejarme entrar entre tus pétalos para recoger un poco de polen, por favor? La flor abrió uno de sus pétalos para que pudiera entrar la abeja. Cuando la abeja entró se quedó asombrada porque tenía muuucho polen. — Muchas gracias, flor. — De nada — contestó triste. A la abeja le pareció que la flor estaba un poco apagada. Lo comprobó unos segundos después cuando vió que sollozaba un poco. — ¿Qué ...